viernes, 30 de mayo de 2014

Exige sociedad civil respeto a derechos de las mujeres

Al gobierno del Estado de Nuevo León, 

A las y los diputados del Honorable Congreso de la Unión,

Al pueblo de Nuevo León.-

 De octubre de 2008 a la fecha, dieciséis estados de la República han aprobado reformas a sus constituciones, pretendiendo reconocer “el derecho a la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural”.
Foto: revistanosotras.wordpress.com

Todas estas reformas significan un grave retroceso para el ejercicio de los derechos de las mujeres, no sólo porque a nivel constitucional se pretende prohibir la interrupción legal del embarazo, incluso en casos de violación, sino también porque en materia de política pública se intenta orientar un ejercicio de la sexualidad con una educación y protección deficiente y sesgada en prevención, sin incluir un enfoque de derechos humanos.

En ningún estado ha habido lugar para el debate, no se ha escuchado la voz de las mujeres. Además, la participación activa de la jerarquía católica y de los gobernadores ha sido definitoria y contundente para que se aprueben estas reformas. Por lo tanto, exigimos que Nuevo León sea el primer estado que abra el debate a posturas diversas en pro de la defensa de los derechos de las mujeres.

Señalamos que la propuesta fue hecha el 21 del presente mes, y en la brevedad ha subido a la mesa de discusión. Denunciamos:

1.    Se ha apresurado su aprobación, al contrario de otras iniciativas que quedan marginadas;

2.    No se ha abierto a la discusión de profesionales expertos con enfoque de género ni a las organizaciones de sociedad civil feministas y de defensa de derechos humanos de diferentes frentes, pues se ha generado una cortina de humo para distraer a la opinión pública y fragmentar la organización social.

No estamos dispuestas a ser chivo expiatorio como distractor político, ser nombradas como esos “saldos” de sus políticas de criminalización.

Estamos convencidas que es prioritario crear mecanismos para la prevención de embarazos no planeados, en lugar de criminalizar a las mujeres cuando deciden libremente sobre su propio cuerpo y la posibilidad de la maternidad. Ya que entendemos que la maternidad es libre y voluntaria, sin estereotipos de género, que imponen a las mujeres a ser madres por mera condición biológica.

Nosotras luchamos por la vida, incluyendo a las mujeres que actualmente existimos y decidimos por nuestro futuro, de forma informada y reflexiva; y no a partir de lo moral que sustenta una falsa lucha por la vida al anteponer un cigoto (no persona[1]) como excusa para criminalizar y penalizar a las mujeres. Nos preocupa aquellas que mueren a causa de abortos clandestinos practicados en condiciones insalubres o por métodos no controlados, sabemos que es una cuestión de Salud Pública y no de orden moral, religiosa o de estrategia política.

Por tanto, exigimos que el Estado:

-       Garantice una estrategia integral para la prevención de embarazos no planeados.

-       Promueva una cultura igualitaria, partiendo de la no discriminación y teniendo en cuenta que erróneamente se ha naturalizado el hecho de que al ser mujer debes ser madre como condición “natural”, además de invisibilizar la responsabilidad paterna.

-       Proporcione una Educación Sexual de calidad desde los niveles más básicos.

-       Brinde a la ciudadanía anticonceptivos seguros, gratuitos, al alcance de todas y todos y sin estigmatización.

-       Provea información objetiva de opciones, acompañamiento psicológico y un trato digno, legal y seguro en instituciones médicas.

-       Garantice la interrupción de embarazo hasta las 12 semanas de la concepción, a todas las mujeres que así lo decidan.

-       Otorgar el acceso al Aborto libre, gratuito, legal y seguro en instituciones médicas para que la vida de las mujeres no corran riesgos de salud.

Creemos en la democracia participativa como ruta para la igualdad jurídica y una sociedad donde el respeto y la justicia sean los ejes rectores; No obstante, esto no es un tema que pueda llevarse a consulta, en principio debido a que es un derecho por el cual se ha luchado y se han ganados aciertos[2]y[3], por lo que, su eliminación sería un error y un gran retroceso jurídico. En segundo lugar, no se pueden utilizar mecanismos de participación ciudadana,  ya que no está legislado, a pesar de ser una propuesta que tiene mucho tiempo en reserva y que el mismo congreso la detenido. Y por último, una consulta ciudadana debe estar fundada en una educación democrática, hacerlo en el contexto actual, donde la cultura dominante promueve valores machistas, raciales y clasistas que influyen en la interpretación de la realidad, detonaría una visión errónea, distorsionando la defensa de la libertad de las mujeres, calificándolas de “asesinas”.

No promovemos la muerte, por el contrario, reconocemos que la problemática no es el aborto en sí mismo, sino la muerte y criminalización de quienes deciden o se ven forzadas al aborto en condiciones insalubres y sin regularización. En México, un millón de mujeres abortan cada año, el aborto es la tercera o cuarta causa de muerte materna, según cifras de la Secretaría de Salud federal, GIRE informó que alrededor de 11% de las muertes maternas se produce por abortos mal practicados en todo el país. Invitamos al reconocimiento de la problemática de que muchas mujeres interrumpen el embarazo en la clandestinidad, y que no podemos taparnos los ojos y predicar falsamente, que con este tipo de legislaciones dejará de ocurrir; al contrario, estas medidas favorecen una cultura del ocultamiento y segregación. Estas políticas que dicen “defender la vida” desde la concepción hasta la muerte, no garantizan una vida digna ni el acceso a derechos fundados en la promoción de una sociedad igualitaria y democrática. Dicen defender la vida, pues empecemos por una vida digna a las mujeres y a sus opciones.

Promovemos que la decisión de las mujeres sea respetada por la sociedad, e invitamos a todas aquellas personas que sean conscientes de que la penalización no nos ayuda para vivir bien ni para fortalecer la comunidad, sino todo lo contrario. Les hablamos también a todas aquellas que hayan abortado o que por motivos culturales se hayan sentido limitadas en su decisión, a que se sumen a la defensa de los derechos de las mujeres, pues:

Las mujeres Decidimos.

La sociedad Respeta.

El Estado Garantiza.

Las iglesias No Intervienen.

 Instituciones abajo firmantes:

-       Arthemisas por la Equidad, A.C.

-       Asamblea Estudiantil UANL.

-       Colectivo Mujeres de Botas.

-       Colectivo Plural de Mujeres.

-       COMAC

-       Diversitas A.C.

-       Familias Diversas de Monterrey.

-       GESS A.C.

-       Las Juanas. Mujeres Bisexuales y Lesbianas en Crecimiento

-       Morena.

-       MujerxMujer, A.C.

-       Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio Nuevo León.

-       Tertulia feminista.

-       Asociación Civil Tierra y Libertad.

-       Mujeres y Hombres conscientes.

Exhorto al congreso de Nuevo León para que retire iniciativa

Dip. Martha Lucía Mícher Camarena
 
 PROPONE EL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD ANTE LA COMISION PERMANENTE DEL H. CONGRESO DE LA UNION, EXHORTAR AL H. CONGRESO DE NUEVO LEÓN, RETIRE LA   INICIATIVA DE REFORMA CONSTITUCIONAL PARA PROTEGER EL DERECHO A LA VIDA DESDE LA CONCEPCIÓN

El grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados hace público su rechazo a la imposición de una reforma constitucional en el estado de Nuevo León que pretende garantizar la protección absoluta del derecho a la vida desde la concepción, según señala el texto de la iniciativa que a la letra dice:

Artículo 1.- El Estado reconoce, protege y tutela, el derecho a la vida que todo ser humano tiene. Desde el momento de la fecundación entra bajo la protección de la Ley y se le reputa como nacido para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte natural, sin perjuicio de las excluyentes de responsabilidad previstas en el Código Penal para el Estado de Nuevo León.

Consideramos que la iniciativa en ciernes que busca constitucionalizar el derecho a la vida desde el momento de la fecundación, es una pretensión irracional y retrógrada que atenta en contra de la dignidad de las mujeres, de su derecho a decidir y a la autonomía reproductiva; además de ser contraria al criterio de la Corte Interamericana de Derechos humanos, que en ese sentido ha establecido el alcance del artículo 4. 1 de la Convención Americana de Derechos Humanos[1], señalando que el embrión no es persona y por lo tanto no es titular del derecho a la vida, considerando que para la protección de la vida prenatal se deben tomar en cuenta los derechos humanos de las mujeres embarazadas.

De igual manera le recordamos al H. Congreso de Nuevo león, que la mayoría de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siete de once, se han pronunciado ya por la inconstitucionalidad de reformas similares, bajo el argumento de que la protección absoluta del producto de la concepción pone en riesgo los derechos reproductivos de las mujeres. La mayoría de los Ministros han reconocido que la protección de la vida prenatal no puede ser absoluta o incondicionada y que debe ser compatible con los derechos de las mujeres.[2]


Insistir en garantizar el derecho a la vida desde la concepción es un atentado al         Estado        Laico y       democrático  en    el   que    lejos de imponer una visión religiosa o filosófica, se debe fomentar y garantizar la autonomía personal y la libertad de conciencia de mujeres y hombres.

Consideramos inadmisible que la legislatura local en Nuevo León, apueste por perpetuar  la violencia institucional en su propia Constitución local al  querer institucionalizar normas que además de restringir derechos humanos de las mujeres, las discrimina, criminaliza y las condena a vivir en un clima de persecución que atenta contra su vida y su libertad.

El Congreso del estado de Nuevo León debe tener presente que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha expresado, que su función legislativa en cuanto a derechos fundamentales está acotada por una regla que lo obliga a respetar siempre ciertos contenidos mínimos y máximos de  protección previstos por el orden Federal, de tal suerte que las reformas a su Constitución local se encuentran subordinadas formal y materialmente a los contenidos precisados por nuestra Constitución Federal,  que ciertamente reconoce que no hay un derecho absoluto a la vida. Por ello sostenemos que la iniciativa es restrictiva y no respeta el principio de supremacía constitucional e igualdad entre las personas.

Llama la atención también, que la iniciativa es contraria a las observaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) quien en 2012 durante su 52 periodo de sesiones recomendó  al estado mexicano que: “Armonice las leyes federales y estatales relativas al aborto a fin de eliminar los obstáculos que enfrentan las mujeres que deseen interrumpir un embarazo de forma legal y amplíe también el acceso al aborto legal teniendo en cuenta la reforma constitucional en materia de derechos humanos y la recomendación general núm. 24” [3]

Destacamos que la pretendida reforma va a contracorriente con la mayoría de legislaciones más avanzadas en la materia, incluso con las de países con una fuerte religiosidad católica como Polonia e Italia, y contraviene las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha llamado a los países a crear condiciones seguras para el aborto: “El aborto inseguro es una de las cuatro causas principales de mortalidad y morbilidad materna [...] Casi todas las muertes por el aborto inseguro ocurren en países donde el aborto está rigurosamente prohibido por la ley. Cada año, aproximadamente 47.000 mujeres mueren debido a complicaciones del aborto inseguro“.[4]

Consideramos inadmisible  una reforma de esta naturaleza que sólo propicia un marco legal punitivo que orilla a las mujeres a situaciones de mayor riesgo de perder la vida  por practicarse     abortos       clandestinos e  inseguros  y eso es a todas luces violencia institucional a través de una política pública feminicida.

Es oportuno recordarle al H. Congreso de Nuevo León que en agosto de 2013 en el marco de la Conferencia Regional  sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, México suscribió el Consenso de Montevideo que ha sido  ratificado en mayo de este año  y así mismo se comprometió ,  entre otras cosas a: “Eliminar las causas prevenibles de morbilidad y mortalidad materna, incorporando en el conjunto de prestaciones integrales de los servicios de salud sexual y salud reproductiva medidas para prevenir y evitar el aborto inseguro, que incluyan la educación en salud sexual y salud reproductiva, el acceso a métodos anticonceptivos modernos y eficaces y el asesoramiento y atención integral frente al embarazo no deseado y no aceptado y, asimismo, la atención integral después del aborto, cuando se requiera, sobre la base de la estrategia de reducción de riesgo y daños”[5]

Desde la izquierda progresista rechazamos esta afrenta a los derechos humanos de las mujeres, y expresamos  nuestra preocupación por la afectación que dicha reforma representa para el avance progresivo de la igualdad sustantiva en el país.

Por lo anterior proponemos ante la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión el siguiente:


PUNTO DE ACUERDO

PRIMERO: La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta respetuosamente al H. Congreso de Nuevo León, para que en el ámbito de sus atribuciones y facultades soberanas, convoque a un ejercicio plural y democrático de discusión para que conforme a criterios jurídicos,   objetivos y científicos, se  informe a toda la población sobre el impacto negativo y las serias consecuencias que provocaría  en la vida y salud de las mujeres, la iniciativa de reforma al artículo 1 de la Constitución del estado de Nuevo León que pretende  proteger la vida desde el momento de la fecundación.

SEGUNDO: La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta respetuosamente al H. Congreso de Nuevo León  a  reformular la propuesta de legislar a favor de la vida, que desconoce y afecta desproporcionadamente los derechos humanos de las mujeres; y así mismo adopte medidas legislativas tales como: garantizar el acceso y prestación de servicios de salud durante el embarazo, parto y puerperio, asegurando la atención médica prenatal y la provisión gratuita y suficiente de ácido fólico a las mujeres,  reduciendo los índices de mortalidad materna y combatir la violencia obstétrica.

 
GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN LA CAMARA DE DIPUTADOS.


Dado en la Sede de la Comisión Permanente el 27 de mayo de 2014



[1] Corte IDH, Caso Artavia Murillo y otros (Fecundación In Vitro) vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 noviembre de 2012 Serie C No. 257, párrafo 264. Disponible en http://bit.ly/VUYz0A
[2] Versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, celebrada el martes 27 de septiembre de 2011, pp. 60 y 61. Disponible en <http://bit.ly/Yd1asY>
[4] Aborto sin riesgos: guía técnica y de políticas para sistemas de salud. Segunda edición. Organización Mundial de la Salud OMS. 2012
[5] http://www.cepal.org/celade/noticias/documentosdetrabajo/8/50708/2013-595-Consenso_Montevideo_PyD.pdf